Formación Profesional orientada al empleo
El ministro de Educación defiende una formación que se adapte a las necesidades del mercado laboral y que garantice la igualdad de oportunidades.
En este curso 2014-2015 la suma de alumnos que van a cursar la FP Básica, los Ciclos de Grado Medio y los Ciclos de Grado Superior asciende a algo más de 793.000. Desde el año académico 2007-2008 hasta el actual la matriculación en estas enseñanzas se ha incrementado en un 71,5%.
Estos datos han sido dados a conocer por el ministro de Educación, Cultura y Deporte durante su intervención en la apertura del curso en FP. El ministro ha indicado que unos 60.000 estudiantes inician ahora la FP Básica, modalidad formativa que introduce la LOMCE, “como medida para facilitar la permanencia de los alumnos en el sistema educativo y ofrecerles mayores posibilidades de obtener una formación personal y profesional", ha dicho el ministro. Esta nueva modalidad otorga una cualificación de nivel 1 del Catálogo Nacional de Cualificaciones Profesionales.
Según el ministro, la elevada tasa de abandono educativo temprano y los problemas de la transición de la educación al empleo están relacionados “con la escasa tracción que la Formación Profesional ha tenido sobre los jóvenes españoles en los últimos 30 años". Considera que la dimensión educativa y la de empleabilidad son dos caras de la misma moneda. “Nos sobran jóvenes sin la base formativa indispensable para integrarse con éxito en la vida laboral y nos faltan técnicos -y especialmente técnicos emprendedores bien formados- para rellenar lagunas de nuestro tejido productivo y laboral".
Por otro lado, ha anunciado que la OCDE está realizando un estudio para identificar estos desajustes y la manera de superarlos. ‘Skills Strategy’ tratará sobre las competencias y el diálogo con las Administraciones, interlocutores sociales y empresas, para “analizar qué nos falta y qué nos sobra tanto en nuestro sistema educativo formal".
El ministro quiere desarrollar una Formación Profesional sobre bases más sólidas y mejor ajustadas a la empleabilidad. “Detrás de ese empeño hay también un impulso social, el de construir una sociedad más justa, en la que todos tengan las oportunidades de desarrollo personal y profesional que mejor se adapten a sus intereses y características".